sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Adiestramos o mejor damos una educación canina?

En muchas ocasiones el propietario de un perro, movido por el malestar que algunas conductas de su mascota le supone piensa en llevar a adiestrar a su peludo amigo.

Adiestramiento = salvación a todos los males del animal.

Me temo que esto no es así. El perro puede estar perfectamente adiestrado y seguir mordiendo el sófa, orinando en las plantas del comedor y ladrando sin parar.
Adiestramiento implica un aprendizaje que lleva a que el animal responda de una forma muy concreta a ordenes muy concretas, nada más.
En la gran mayoría de los casos el cliente no busca un fuss (caminar junto) de pista de campeonato, con el perro completamente pegado, casi cruzado sobre nuestra pierna izquierda... no, él solo busca que su perro no estire de la correa.
No busca que al llamar a su animal este casi se estampe contra sus rodillas realizando la llamada a la velocidad de un resorte, solo quiere que el perro se le acerque.

Es por eso y otras muchas razones que hace tiempo que un amigo decidió llamar a lo que suele hacer con su grupo canino "Urbanismo para perros", o enseñar a convivir sin conflictos. Andar sin tirar, no ponerse como locos al ver otros animales, esperar quietos cuando el dueño se para p.ej. en un semáforo, no ladrar cuando se queda solo y realizar sus necesidades en sitios específicos para ello.

Porque pensemos... ¿adiestramos o enseñamos a convivir?. De la respuesta que obtengamos podemos sacar información sobre lo que esperamos de nuestro animal.

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