miércoles, 29 de diciembre de 2010

Adiestradores, educadores, etólogos...¡que lío!

Si se han fijado en la de títulos, nombres y pases de grado que existen para designar a profesionales del mundo del perro sabrán a lo que me refiero con el título del presente escrito. En concreto y si obviamos a estilistas caninos, hay tres profesiones que resuenan una y otra vez en los distintos anuncios que pueden encontrarse en tanto en revistas, televisión como en Internet:

  • Adiestrador canino
  • Educador canino
  • Etólogo canino

La empanada mental no deja de ser en cierto modo divertida cuando se escucha a alguien tratando de explicar en que se diferencian estos profesionales recurriendo a sus experiencias personales como "pues el sobrino de mi amiga es educador canino y dice que se debe..." o aquello otro que personalmente me encanta:
"-Pedro se ha sacado el título de etología.
-¿Ah si?, no sabía que le gustaran los animales...
-Bueno, él no tiene pero ¡se ha leído un montón de libros!."

Y no mencionaré al aficionado que ha aprendido ciencia pura en la televisión de cierto especialista mexicano, porque eso me llevaría un artículo a parte.

Voy a pasar de relatar de una forma resumida y práctica las diferencias funcionales entre estos profesionales y he decidido hacerlo en forma de preguntas, preguntas como las que ustedes pueden llegar a hacerse.

¿Qué es un adiestrador?


Es una persona que instruye a nuestro animal a responder ante una serie de comandos (órdenes) verbales de una forma específica.
"Si te pido el sit, no me vale que te tumbes pancha arriba"

La forma en que consigue esta obediencia, el rastro, la carrera o el ejercicio que se persiga depende de la escuela o método en el que se haya formado el adiestrador, siendo siempre aconsejable que las formas empleadas sean lo menos punitivas posibles. Es decir, aquello que puede conseguirse con una caricia que no se consiga a golpes.

Se da en la profesión la figura del "varón" (cada vez menos marcado este estereotipo) muy bregado en la práctica de los ejercicios con animales que carece por completo o en demasía de la teoría sobre la que sustentar su trabajo en el campo de adiestramiento.

¿Qué es un educador canino?


Es una persona cuya formación en adiestramiento abarca la obediencia que hace del animal más dúctil a la vida en sociedad, al igual que unos conocimientos básicos de conducta canina que le permiten dar lecciones de "urbanidad" a nuestra mascota. No solo va a propiciar que el animal no estire de a correa, no ladre como un loco ni rehúya nuestra llamada, sino que también debe estar en disposición de echar una mano en problemas leves de comportamiento.

Se da con relativa frecuencia al aficionado de largo tiempo que por fin ha encontrado su profesión, formándose en instituciones que lo han llevado a un estado de preparación de suficiencia.

¿Qué es un etólogo canino?


Debe ser un experto en conducta canina, tanto normal como patológica y por lo cual debe estar en disposición de encargarse de casos de mayor gravedad, bien estos involucren la agresión en todas sus formas o problemas de índole fóbica, como ataques de ansiedad ante determinadas acciones. Suelen presentar una formación teórica adecuada pero con total ausencia de argumentos prácticos, lo cual podría restringir el alcance de sus diagnósticos por falta de experiencia adecuada.


Es extraño que se den las tres formas de conocimiento en el mismo individuo, siendo conveniente que de ser posible los profesionales trabajen en tándem para un mayor aprovechamiento del tratamiento a aplicar.

El etólogo tras una entrevista y después de alguna sesión exploratoria con respecto al perro puede ponerse en contacto con el profesional adiestrador o educador y comentarle el caso, las pautas a seguir y los resultados esperados. Es interesante de poder optar a ello que sea testigo el especialista de esas sesiones de trabajo, donde poder observar los pequeños problemas que pueden surgir en el transcurso del mismo.

Ambos profesionales (bien etólogo-adiestrador o etólogo-educador) decidirán en conjunto la medida a tomar dependiendo de la evolución del alumno/paciente canino y humano; pues no debemos olvidar que también es muy importante las distintas fases de relación que debemos tener con los propietarios del can, para que su tratamiento y entreno sea de un aprovechamiento máximo.

También de vital importancia es la relación cordial y profesional de los profesionales mencionados con el veterinario, que aportará su conocimiento de psicofarmacología y diagnosis para tratar de descartar causas físicas que pudieran ser origen de la conducta problema del perro.

Llegados a este punto todo quedaría meridianamente claro si no fuera por las subvariantes profesionales que surgen al combinar más de un campo de especialización.

Es cuando el Etólogo canino también cuenta con una importante formación en adiestramiento del can, o a la inversa, siendo el Adiestrador el que cuenta con sólida base científica y entrenamiento en análisis conductual.

Siempre y cuando esto se da podemos estar tranquilos, nuestro animal ha caído en manos de una rara avis que es tan hábil como intelectual y sustenta toda su praxis en la más exquisita tecnología que a la postre es la etología canina aplicada a la clínica. Ciencia, pues se somete a las demandas de esta y cumple sin mácula con lo que el riguroso método de investigación requiere y tecnología por presentarse como una aplicación práctica llena de instrumentos y herramientas de las que aprovechamos como en el gorrino "hasta los andares". El principal problema lo encontramos con la especialización e intrusismo, unidos ambos términos de la mano. Donde terminan los saberes del primero, comienzan las acciones del segundo.

Y así contamos con el "INSTRUCTOR MASTER HÁGALO USTED MISMO EN 3 SEMANAS" que tanto daño han hecho y siguen haciendo a los auténticos profesionales del sector. La gente parece haber olvidado aquel bonito dicho que reza: "Zapatero a tus zapatos".

He intentado transmitirles desde estas líneas un poco de verdad, la mía personal que no tiene porque ser idéntica a la de ustedes. Espero que al menos coincidamos en que su animal bien merece la atención de un auténtico experto profesional llegado el caso, al igual que usted no asistiría a un curandero chamánico para una cirugía cardiaca.

Disfruten de sus mascotas y tengan presente que existen personas especialmente preparadas que estarán encantadas de ayudarles a ustedes y a sus perros.

Autor: Alfonso Picó es actualmente asesor en comportamiento animal certificado en curso avanzado por AEPE (2006), etología canina por el Dr. Pozuelos, Psicoterapeuta, especialista en conducta agresivo-conflictiva en perros, creador de prueba temperamental mastín español, colaborador articulista del Centro de Cría y Fomento del Mastín Español de pura raza (actualmente desvinculado por completo), colaborador de Voraus, colaborador de IADCRO en calidad de profesional (trabajo sobre potencia de mordidas).

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